El más bello recuerdo

¿Qué frase o dedicatoria escribir en una lápida o placa para urna?

 La vida de los muertos perdura en la memoria de los vivos” Marco Tulio Cicerón (106 a.C- 43 a.C) Jurista, político y filósofo.

 

Ideas para inspirarnos a escribir unas bellas palabras que recuerden y honren a un ser querido

 

Una de las tareas más importantes para honrar a un ser querido que ha fallecido es ubicar su lugar de descanso. Ya sea que dispongamos colocar una lápida en un cementerio, o establezcamos sus restos en un nicho, con esta acción estableceremos el lugar en el que será visitado y recordado. Siendo un lugar tan trascendente, el mensaje que transmita es de suma importancia. En este sentido todo comunica: los materiales, el diseño, la fotografía con su mirada y sonrisa y, por supuesto, las palabras que quedarán ahí grabadas. En este aspecto, ¿por qué no escribir algo más que su nombre y fechas de nacimiento y fallecimiento? A esa trascendente dedicatoria la conocemos como epitafio: un mensaje escrito en la lápida o placa que tiene como propósito recordar y honrar a una persona.

No cabe duda que elegir las palabras con las que se recordará a un ser querido en una lápida, nicho o placa es una tarea muy trascendente. ¿Qué palabras elegir para recordarla? Las maneras de encarar este reto son diversas. Hay quienes piden a quien elaborará la lápida que ofrezca sus sugerencias. A pesar de las buenas intenciones, el resultado suele ser un mensaje con frases comunes o muy genérico. La razón es muy simple: no conocieron a la persona. También hay quienes prefieren recurrir a internet. Aquí encontramos numerosas páginas con citas, inscripciones, dedicatorias, frases célebres, pensamientos o mensajes preelaborados para madres, padres, hermanos u otros seres queridos. Si bien esto puede dar resultados, no nos engañemos: no fueron diseñados para un ser querido que tenía una personalidad y esencia únicas. ¿Qué hacer entonces? La invitación de este artículo es hacerlo nosotros mismos. ¿Cómo hacerlo?

¿Cómo escribir un epitafio?

Lo primero que necesitamos hacer es cambiar nuestra actitud: en vez de concebir al texto de un epitafio como el problema de decidir qué escribir, hay que verlo como la oportunidad para dejar un mensaje con el que honremos y despertemos el más bello recuerdo que tenemos de una persona. ¿Por qué no pensar un mensaje original que realmente la represente? ¿Por qué perder la oportunidad de dejar un mensaje significativo y memorable? Una vez que veamos desde una perspectiva diferente al epitafio nos daremos cuenta que no es una obligación, sino un honor.

Lo segundo que tenemos que hacer es perder el miedo a redactar el mensaje. Puede parecer que, si no tenemos práctica con la escritura, no somos los más adecuados para hacerlo. Esto no es así. Una vez más cambiemos de actitud: si tuvimos cerca a esa persona, ¿no somos quien mejor podemos escribir sobre ella?

Ya dispuestos a escribir un buen epitafio, conviene tener bien claro su objetivo: dejar un mensaje breve y conciso que nos haga pensar en la persona, que la represente y la honre. Para lograr escribir algo así es necesario considerar es que hay que tomarnos tiempo. Por lo general hay que dejar pasar las emociones surgidas después del fallecimiento para poder escribir un epitafio que resulte memorable al enaltecer a la persona a partir del más bello recuerdo que tenemos de ella.

A continuación, le ofrecemos algunas ideas acerca de qué pensar para escribir un mensaje a ubicarse en una lápida, nicho o urna. Aunque, una aclaración: en lugar de decirle qué escribir, nos proponemos ayudarle despertar los pensamientos y recuerdos que le ayuden a diseñar un mensaje que sea realmente significativo y honre las cualidades, personalidad y acciones de su ser querido.

¿En qué ideas inspirarnos para escribir un epitafio?

Honremos a nuestro ser querido dejando grabado el más bello recuerdo que tenemos de él o ella. Despertemos nuestra escritura trayendo a la memoria y reflexionando a partir de las siguientes ideas:

Dar un agradecimiento

Démosle las gracias por los años de alegrías, esfuerzo, enseñanzas, afecto y todo aquello que nos entregó. Reconozcámosle lo que nos dejó, por ejemplo, “Construyó una familia unida”, “Nos brindó un ejemplo, un camino a seguir”. Seamos agradecidos. Al hacerlo podemos estar seguros de que otras personas podrán reconocer cómo fue esa persona.

Destaquemos sus cualidades y valores

Resaltemos los rasgos valiosos por los que destacó, por ejemplo, con frases reconociendo su generosidad, honestidad o la bondad de sus acciones. ¿Qué criterios o normas lo guiaron? ¿Cuáles fueron sus virtudes?

Recapitulemos quién fue o qué papel tuvo entre nosotros

Algunas personas tuvieron un papel que los hizo destacar en una comunidad o a una escala más amplia. Destacar ese lo que realizaron o aportaron puede ser un buen tema para incluirlo en su epitafio, por ejemplo, “quien desde pequeño trabajó y lucho hasta lograr ser un prominente médico”. “Para un gran abogado y padre”. “Un luchador que buscó mejorar nuestra comunidad”

Hagamos referencia a sus logros o hazañas

Solemos pensar que este motivo de reflexión está guardado a personajes que pasarán a la historia, pero no es así. Podemos hacer referencia a logros personales, por ejemplo, sacar adelante a una familia, o haber luchado contra una enfermedad.

Sus intereses y pasatiempos

Hay quienes pusieron su mente y corazón a causas, gustos y aficiones. Si les apasionaron tanto, podemos estar seguros de que les gustaría ser recordados por ellas.

Lo que nos enseñó

Una forma de reconocimiento hacer referencia a la sabiduría que compartió. “Fuiste un ejemplo de superación”. “Nos enseñaste que el trabajo era el camino para lograr nuestras metas”.

Lo que nos inspiró

Hablemos acerca de lo que nos hace despertar en nuestra mente y en nuestro ánimo, por ejemplo, “nos inspiras a seguir tu ejemplo, a luchar y a superar las adversidades”.

Cómo murió

En ocasiones, la manera en que murió merece ser destacada ya que comunica parte de lo que esa persona fue: “Murió luchando por los demás”, “murió haciendo lo que más le gustaba: trabajando en…”.

Destacando su sentido del humor

Agradezcamos a alguien por su manera de ver la vida con humor, irreverencia y alegría.

Lo que es y seguirá siendo esa persona para nosotros

Escribamos en tiempo presente y hablémosle a esa persona. Digámosle lo que tal vez nunca le dijimos en vida, pero que a partir de su ausencia representa en nosotros, por ejemplo, “eres nuestra inspiración”, “eres nuestra luz”, “eres en nuestro corazón el más bello recuerdo”.

Redactando como si nuestro ser querido lo hubiera escrito

Es una tarea complicada y un verdadero reto, pero intentémoslo. Para hacerlo tratemos de escuchar a esa persona a partir de sus propias palabras o maneras de encarar situaciones. ¿Qué frase hubiera expresado?

 Meditemos sobre nuestra propuesta de epitafio

Las ideas anteriores son sólo unas propuestas para ayudarnos a despertar nuestros sentimientos y palabras. ¿Qué sigue? Meditar sobre ellos y esperar el momento adecuado para escribir el epitafio. No es conveniente redactarlo en momentos de dolor y siempre hay que tener presente que lo leerán otras personas y que a partir de ese mensaje la recordarán.

Por último, una vez que redactemos el epitafio hagamos una pausa. Démonos unos días para despejar nuestra mente y sólo después de eso volvamos a revisarlo. Es muy probable que lo leamos con un diferente estado de ánimo y lo interpretemos de manera diferente. Compartámoslo con otras personas para buscar su retroalimentación y eliminemos las generalidades o las palabras que no expresan con honestidad lo que fue esa persona. Una vez hecho esto quedémonos con lo mejor del mensaje.

Y una vez más: veamos al epitafio no como una tarea obligada, sino como la oportunidad para hablar con nosotros mismos y decirle algo a esa persona que extrañamos. Al hacerlo y plasmarlo en un epitafio, haremos que los demás puedan conocer a nuestro ser querido mediante lo más valioso que guardamos: nuestro aprecio y agradecimiento.

Esperamos que este texto le ayude a escribir un bello y significativo epitafio. En El más bello recuerdo, además de crear en porcelana italiana fotografías imborrables de sus seres queridos, haremos lo posible por ayudarle a construir mensajes significativos que honren a sus familiares y amigos.

Créditos de las fotografías:

 

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El más bello recuerdo

Creamos en porcelana italiana fotografías imborrables para urnas, nichos y lápidas en cementerios.

Materiales y procesos europeos creados desde la Ciudad de México.

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